Lo mejor de estar lejos de alguien a quien quieres , es el rencuentro. Irte y volver , irte y volver , con tan poco sentido y a la vez con demasiado sentido. El mismo pesar de la despedida, se multiplica en felicidad cuando vuelves después de varias semanas. Tener ganas de coger el autobús para bajarte y ver todo aquello que has extrañado durante días. Respirar y sentir que estás, donde tienes que estar, donde te pertenece. Observar tu mundo para darte cuenta de que está cambiado, pero no sabes en qué exactamente. Puede que sean las farolas de la calle, o los árboles, pero piensas que no tiene sentido, quizás sea el ambiente en general, aunque no lo sabes con certeza. Entrar en la habitación y ver que sigue siendo igual de confortable que cuando la abandonaste. Que tu peluche preferido sigue en su rincón, pero más solo que nunca. Lo miras con nostalgia pero te das cuenta que no puedes hacer nada ante eso. Sabes que algún día lo volverás a tener cerca, como todo aquello que tanto echas de menos. Quedar por la tarde para vernos y pensar todo lo que tengo que decirte. Verte y darte el abrazo más fuerte del mundo. Enumerar los capítulos de mi vida para poder explicarte detalladamente. Mirarte y sonreír, sonreír porque ya estoy aquí de nuevo.
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